domingo



Del Blog: Desde otra óptica
De mi amiga Elena
Gracias amiga por estos detalles tan lindos de amistad.
Muchos abrazos

sábado

El valle y la colina



El valle y la colina
          En toda la creación, sólo el ser humano sufre a consecuencia del paso del tiempo; de hecho,  la creación no se preocupa, sólo sabe de madurar, conoce el desarrollo. Sabe que hay un momento para bailar  para vivir todo lo intensamente que se pueda y otro momento para descansar.

          Las hojas secas del almendro que está junto a mi casa no han muerto, simplemente quieren descansar, mezclarse y fundirse con la misma tierra de la que han nacido. No hay tristeza, ni dolor, sino una paz inmensa por haber vivido un ciclo.

          La vida y la muerte son como las dos alas de un pájaro, van juntas. La vida no puede existir sin la muerte y la muerte no puede existir sin la vida.  Obviamente, no son opuestas, sino complementarias. Se necesitan la una a la otra para existir; se han aliado. Forman parte de un todo cósmico.

          Pero el hombre es muy inconsciente, está muy dormido, y es incapaz de entender una cuestión tan simple y obvia. Bastaría con estar un poco atento para darse cuenta de que el tiempo todo lo transforma a cada momento. El cambio significa que algo muere y que algo renace. El nacimiento y la muerte se convierten en uno; al igual que madurez y sabiduría.

           La inocencia del niño es muy pobre porque es casi un sinónimo de ignorancia en cambio la madurez ha pasado por todas las experiencias de la vida; de la oscuridad a la luz, del  odio al amor,  de la tristeza a la felicidad, del sin sentido a la razón,  llegando a un punto en el que el hombre no participa ya de ninguna experiencia porque no encuentra ya nada nuevo y cuando todo da lo mismo, entonces, solo observa desde lo alto de la colina. En el mundo ocurren muchas cosas, pero él se encuentra en la cima de la montaña, observándolo todo en  silencio. Su viaje será hacia su interior para volver a su esencia y reencantarse o morir.

          Las experiencias que le entrega la vida son valiosas, gracias a los fracasos y a los éxitos;  gracias a las acciones correctas y a las equivocadas, a las vivencias esperadas e inesperadas, la existencia tiene momentos sorprendentes y muchos predecibles. Del paso del tiempo has aprendido una lección que te prepara para avanzar más allá de la colina o para después de un tiempo largo en el desapego, silencio y  soledad, tal vez, regresar al valle.


El valle y la colina
Relato anónimo